24 de junio de 2013

Espíritu quijotesco a la americana

Llevaba unas cuantas semanas dándole vueltas a la cabeza, sin saber qué escribir en este blog. Muchos temas pero poca chispa. En mi afán por abrir mi oído a la lengua inglesa (e incapaz de soportar la televisión británica) me he convertido en una verdadera fanática de las series de televisión de la HBO (Home Box Office), un canal por cable americano que solo conocía por ser la artífice de "Sexo en Nueva York".

Sin embargo en las dos últimas semanas he permanecido enganchada a la pantalla de mi ordenador viendo las tres temporadas de "Game of Thrones" e iniciándome en el trepidante ritmo de "The Newsroom". Es precisamente de esta última producción de la que me apetece hablar en este blog.


Para los que todavía no hayan tenido la suerte de ver la primera temporada, "The Newsroom" nos acerca a un editor y presentador de éxito de la televisión americana que se da cuenta, gracias a la ayuda de una vieja conocida y periodista de guerra, que con su informativo previsible y blando ayuda a los políticos y grandes empresarios a engañar a la población, ocultando información valiosa o desviando la atención a temas más "entretenidos".

Nada de lo que había escuchado hasta hace dos días sobre "The Newsroom" me había permitido imaginar el producto televisivo que me iba a encontrar. Desde el minuto 3:15 hasta el 6:25 del primer episodio se suceden un amplio número de declaraciones que desmienten que América sea "el mejor país del mundo", envuelto en un discurso frenético y lleno de sarcasmo que te deja con la boca abierta (eso dejando al margen que se refieran a Estados Unidos con el nombre del continente americano). Sorprende también que esta afirmación se proclame en el auditorio de una universidad donde jóvenes con una formación académica se muestran estupefactos ante el hecho de que se cuestione una idea que para ellos es incuestionable. Y sorprende aún más cuando todo es producto de unos guionistas que afilan sus lápices críticos para crear una ficción de éxito.